Fue capital del Imperio Español entre 1601 y 1606 y en Valladolid, por ejemplo, se casaron Isabel y Fernando, los Reyes Católicos.

Su Plaza Mayor es el lugar en el que te encontrarás como en casa. Es, por así decirlo, la sala de estar de todos los vallisoletanos. A partir de ahí, te animamos a que conozcas la Catedral (inacabada, pero imponente) y el conjunto que forma con la Iglesia de la Antigua; un entorno privilegiado donde disfrutar con calma del paso del tiempo.

No te pierdas la posibilidad de dar un paseo por el Campo Grande, donde el genial Miguel Delibes paseaba y una estatua del periodista y escritor te recibe a la entrada. Enfrente, observarás la Academia de Caballería, un edificio majestuoso.

Si eres un amante del arte contemporáneo, tu lugar es el Museo Patio Herreriano, con una colección permanente fantástica y con exposiciones temporales a la altura de los mejores museos del mundo.

Disfruta de la integración del Pisuerga con la ciudad, con un entorno como el de la playa de Las Moreras en la que los vallisoletanos disfrutan casi en cualquier momento del año.

Valladolid es, además, una ciudad que es capital gastronómica de España con su afamado concurso nacional de Pinchos en el mes de noviembre. Y es que en Valladolid comerás mucho y muy bien. Encontrarás todo tipo de platos: desde los más tradicionales hasta los más vanguardistas.

Uno de los grandes momentos de Valladolid se corresponde con su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional y en la que por sus calles desfilan algunas las tallas más hermosas de la historia del arte español.

Si vienes en septiembre a Valladolid, la ciudad vibra con sus fiestas en honor a la Virgen de San Lorenzo: conciertos, pasacalles, peñas… Valladolid se echa la calle para celebrar estos días.